Hay muchos tipos de mecanismos para prevenir y controlar fuegos, muchos de ellos debemos utilizarlos de forma manual; sin embargo, existen otros sistemas de extinción de activación automática.

La característica distintiva de los sistemas de extinción automática es que cuentan con un mecanismo que se activa de forma inmediata. Cuando su sensor detecta un aumento significativo de la temperatura o la presencia de humo, así que resultan la opción más confiable para los espacios industriales y domésticos por garantizar protección permanente.

Entre los mecanismos de extinción automática más recomendables del mercado moderno destacan los sistemas de rociadores. Están constituidos por numerosas regaderas distribuidas a una separación aproximada de dos metros, las cuales se abren para expulsar agua en la zona afectada hasta que el fuego sea controlado y extinguido.

Una de las características más favorables de los sistemas de rociadores es que permiten controlar cualquier incendio antes de que las llamas se propaguen. Esta manera es posible proteger el resto de las instalaciones, así como también prevenir una amplia variedad de riesgos y reducir numerosos gastos.

Otro sistema automático de extinción sumamente recomendable son los mecanismos de agua nebulizada que se caracterizan por contar con boquillas especializadas que les permiten liberar grandes volúmenes de líquido en gotas muy pequeñas, lo que garantiza la extinción del fuego de una manera más rápida y efectiva.

Los mecanismos de extinción por espuma son ideales para controlar y apagar incendios, por liberar una mezcla especializada que permite sofocar rápidamente las llamas después de que se propaguen, además de evitar el aumento exponencial de la temperatura, así que son utilizados frecuentemente en lugares donde se almacenan químicos y materiales volátiles.