Las gasolineras son un espacio muy peligroso en caso de incendio debido a la fuerte presencia de material inflamable. Por ello es importante contar con el equipamiento y protocolos necesarios si se produce un fuego.
Sin lugar a dudas la principal medida de prevención de incendios en gasolinera consiste en establecer de forma clara y entendible las normas de seguridad y limpieza, con el fin de reducir al máximo las posibilidades de incendio al garantizar un manejo adecuado de los desechos y residuos generados por los combustibles, así como también del material de trabajo.
La importancia de inspecciones y protocolos en gasolineras
Por otro lado, inspeccionar permanentemente todo el material y equipo de trabajo incluyendo dispensadores, tanques y mangueras también ayuda a reducir numerosos riesgos, además de garantizar un funcionamiento apropiado, al detectar y prevenir una amplia gama de fallas o averías, que pueden generar la acumulación de gases y líquidos altamente inflamables.
Para garantizar los máximos estándares de seguridad al público es necesario establecer un protocolo de surtido específico con el fin de reducir totalmente las posibilidades de incendio, es por esta razón que está prohibido el ingreso de clientes fumando, así como también surtir combustibles a vehículos encendidos.
Otra medida de seguridad indispensable para evitar cualquier tipo de riesgo en gasolineras es asegurarse de contar con todos los elementos de extinción adecuados. Así como también ubicarlos en el lugar más accesible para controlar rápidamente el fuego en caso de incendio, además, necesitamos inspeccionar regularmente dichos equipos de seguridad.
Es importante mencionar que también es posible prevenir todo tipo de riesgos y accidentes en gasolineras al señalizar adecuadamente todos los espacios correspondientes al área de surtido, para informar al público acerca de las normas de uso, así como también para garantizar la distancia mínima entre todos los vehículos.
Al mismo tiempo, todos los elementos de iluminación de las gasolineras, incluyendo lámparas y bombillas, deben contar con un recubrimiento especial y estar protegidas contra los cambios de temperatura y las fluctuaciones eléctricas para evitar la formación de cualquier chispa que pueda generar un incendio o explosión repentinamente.