La ciencia detrás del extintor. El extintor es de los aparatos más importantes, es una herramienta que permite garantizar seguridad en todo momento. Es la opción principal a la hora de apagar el fuego de pequeña magnitud. De allí resulta clave conocer cuál es la ciencia detrás del extintor.
Para comenzar, es un aparato portátil que implica un elemento con apariencia similar a la de una botella grande. En su interior se encuentra una sustancia que permite extinguir el fuego. Dicha sustancia puede ser líquida o espumosa o incluso en polvo.
El inicio del extintor y su evolución
Un capitán fue el inventor del extintor, su nombre era William George Manby. La idea del extintor surgió mientras observaba un equipo de bomberos en Edimburgo, quienes tenían dificultades para apagar el fuego en los pisos más altos.
Este extintor se trataba de un contenedor con una mezcla de cal y potasa. Fue probado con éxito en 1808 en un incendio de un barco de soldados. Más tarde, fue creado un extintor que contaba con 4 cilindros, 3 de ellos con agua y el otro con aire comprimido para facilitar la salida del líquido y fue patentado en 1839.
Luego, la mezcla fue cambiada y durante el término de la primera década del siglo XIX, fueron creados los primeros extintores portátiles, consistían en 2 botellas de vidrio que liberaban la mezcla al quebrarse. Seguidamente se fabricaron varios modelos hasta llegar al extintor de espuma en 1917 y al extintor de agua en 1918.
Luego fueron creados otros tipos de extintores de agua acumuladores de presión en 1959 y los extintores de activación por cartucho quedaron desaprobados, ya que no se tenían las certificaciones necesarias. Mientras que los extintores de polvo se hicieron muy populares hasta llegar al actual, un cilindro con una solución a presión que sale cuando se acciona una válvula.