¡Peligro!, cuando el agua aviva el fuego
Hoy os hablamos de aquellas ocasionas. Si se trata de apagar el fuego y combatir incendios, lo usual es pensar de inmediato en agua, todos reaccionan vertiendo el vital líquido. Pero en algunos casos esto puede representar un verdadero ¡Peligro!, cuando el agua aviva el fuego es otra cara de la moneda que muchos suelen ignorar.
Para entender esto, es conveniente comenzar en algunos casos el agua es la opción efectiva para extinguir el fuego, ya que puede absorber el calor y se convierte en vapor de agua. A su vez, el vapor de agua impide que el combustible quede expuesto al contacto con el oxígeno y así se logra su extinción. Una vez los objetos se enfrían llegando a una temperatura inferior a la que contribuye la combustión, el fuego desaparece.
¿Cuándo no utilizar agua en los incendios?
Existen varios casos en los el agua no es una opción viable para apagar el fuego, estas son:
- Aceite o grasa: el agua en estos casos resulta contraproducente, ya que por ejemplo encima del aceite se convierte en vapor de agua, pero las partículas de vapor también llevan con ellas el aceite, ayudando a que el fuego se extienda.
- Gas o gasolina: en incendios generados por gas o gasolina, utilizar agua para intentar apagarlo resulta aún más peligroso, esto podría dar lugar a una explosión, lo mejor es evacuar el lugar y llamar de inmediato a los bomberos.
- Incendios eléctricos: cuando hay fallas en la instalación eléctrica o cuando hay desperfectos en los aparatos eléctricos, el agua resulta sumamente peligroso. Esto se debe a que el líquido conduce la electricidad y puede provocar que alguien se electrocute. La acción a realizar es cortar el suministro de electricidad de inmediato y hacer uso de un extintor para este tipo de fuego, pero es preciso abandonar el lugar a la brevedad y llamar a los bomberos.