Todos conocemos el gran peligro que supone un incendio, pero hay una curiosidad mucho más compleja de responder de lo que parece: ¿a qué temperatura arde el fuego?
Factores que influyen en la temperatura
La temperatura del fuego en un incendio depende de varios factores, un indicador de la temperatura de las llamas es su color. La radiación de los objetos durante un incendio determina el color y temperatura. Además, otro elemento a tener en cuenta es la resistencia al fuego.
Otros factores que estiman la temperatura del fuego es la pérdida de calor que se produce en la atmósfera durante el evento. Bien sea por presión atmosférica o por presencia de más oxígeno, una valoración de las condiciones del incendio que se denomina curva adiabática.
También deben tomarse en cuenta en la cantidad de calor de un incendio, el tipo de combustible que se quema, ya que de ese elemento dependerá la velocidad e intensidad de la combustión y. por ende, en la cantidad de calor, donde, además, influye la oxidación del carburante.
La temperatura del ambiente igualmente es determinante en la temperatura que pueda alcanzar el fuego, en verano es más factible que se produzcan incendios forestales dado que las temperaturas climáticas en las temporadas de calor cada vez son más extremas.
El aire también es un factor que influye directamente en las características de las llamas, incluyendo su temperatura, ya que a mayor cantidad de aire más altas son las llamas y a menos cantidad son más fácil de controlar, con menos intensidad y por tanto menos calientes.
Diferentes temperaturas
Es importante conocer que la llama de una vela puede alcanzar temperaturas entre 1.400°C lo que equivale a 2.600°F. Se debería concienciar sobre el alto riesgo que representan en hogares y edificios.
En los incendios en sitios cerrados suele presentarse fuego con más cantidad de humo, con llamas frías de color rojo. Es común que tengan una temperatura más bajas, ya que contienen menos oxígeno y no se produce la combustión no alcanza el máximo de calor, sus temperaturas entre 600°C a 850°C, producen gas inflamable o monóxido de carbono con mayor riesgo de asfixia.
Si en ese caso, los gases elevan la temperatura por exposición a más oxígeno o combustibles como hidrocarburos pueden llegar al punto de combustión natural y alcanzar hasta 2.000°C.
Cuando se usan instrumentos tradicionales se alcanza una temperatura de 1.600°C. Con sopletes que funcionan con propano puede alcanzarse temperaturas de 1.995°C o más calor y el acetileno es un compuesto que llega a elevarse hasta 3.000°C. Si se realizan ese tipo de labores, se necesitan las medidas de seguridad correspondientes.